Izquierda Unida Canaria (IUC) en La
Palma apoya sin reservas la Huelga General del próximo miércoles, 14 de noviembre,
y asistirá a la manifestación programada a las 12 de la mañana, entre la Alameda
y la Delegación del Gobierno en Santa Cruz de La Palma.
IUC se congratula que esta Huelga General
no sólo se convoque en España, sino también, simultáneamente en Portugal,
Grecia, en Italia habrá un paro de cuatro horas, y en la Bélgica francófona,
así como movilizaciones en el resto de Europa. Ante la globalización de la
opresión, los que defendemos la justicia social, también debemos globalizar las
protestas, y no dividirnos en pequeños reinos de taifas, para que los poderes
fácticos nos barran.
Desde Izquierda Unida consideramos que la Huelga General está
plenamente justificada con 532 desahucios diarios, casi 6 millones de parados,
un millón de españoles pasando hambre, y un porcentaje de desempleo del 34%, mayor
que el de Gaza.
Las medidas inútiles de los
sucesivos gobiernos del PSOE y el PP no permiten atisbar la salida del túnel. El
pueblo no puede permitir que se lo sacrifique en el altar de los intereses de
la aristocracia financiera, una minoría elitista, egoísta y desprovista de
humanidad. La historia de la crisis es similar a un cuento maya, sacrificio
humano tras sacrificio humano, para que llueva, y si no llueve, más
sacrificios. España es el país del mundo que peor soporta esta crisis, porque todavía
no hemos superado las estructuras socioeconómicas heredadas del franquismo y
que implican una enorme desproporción en la distribución de renta.
La huelga sin duda es un estorbo
para aquellos que se enriquecen y benefician de la crisis, que coinciden con
los amigos del poder y no da la impresión de que la rectificación esté en las
mentes de nuestros creyentes gobernantes del PP. Hacen esto, los recortes, la
austeridad, la supresión de lo público, porque creen en ello, y como buenos
fundamentalistas, son incapaces, cuando la realidad les abofetea, de
percibirla, viviendo en estado de alienación. Los talibanes del recorte y la
austeridad reducirán el país a la completa miseria, como buenos extremistas,
antes que reconocer, que su fe es errónea.
Pronto oiremos hablar, a los que se
oponen a la huelga del derecho al trabajo. Les pedimos a todos que los escuchen
atentamente y retengan sus rostros. Recuérdenlos, porque jamás volverán a
referirse a estos individuos al derecho al trabajo (Artículo 35 de la Constitución),
salvo cuando se acerque otra huelga.
