sábado, 25 de febrero de 2012

Izquierda Unida Canaria (IUC) en La Palma apoya la manifestación del día 29 de febrero

El Gobierno del Partido Popular ha impuesto la reforma laboral más agresiva que haya existido en España en su periodo democrático. Estas medidas no estaban en su programa electoral, así que han sido tomadas accediendo al poder mediante el engaño y la ocultación. Las acciones de gobierno del PP son lo contrario de lo afirmaban que iban a hacer, lo que les retira la legitimidad que le han dado las urnas. El argumento de que son necesarias, dada la situación de crisis, no es válido, pues la crisis ya dura cuatro años y nunca dijeron nada de lo que han estado haciendo.

La reforma laboral abarata de forma extrema el despido. Esta medida fue criticada hace pocos meses por el PP, por inútil. Lo hicieron todos sus dirigentes. Sólo sirve para acelerar los despidos, como demuestra el caso irlandés, con la, hasta ahora, ley laboral más flexible de la Unión Europea. Irlanda es el único país que destruye empleo más rápido que España. Gracias al PP, pronto les alcanzaremos.

Las tasas de pobreza y de exclusión social son las más altas de toda la democracia. Hay 11 millones de españoles que bordean la pobreza. La diferencia entre ricos y pobres se acrecienta, al revés de lo que ocurre en las sociedades desarrolladas. La clase media se reduce de manera drástica y rápida.

El extremismo y la radicalidad de las medidas tomadas por el PP, no nos deben confundir, ya que van en la misma dirección que las tomadas por el PSOE. Durante cuatro años se han adoptado y no han funcionado. Empeñarse en el error es de un fundamentalismo ideológico al margen de toda razón. No hace falta ningún análisis complejo para darse cuenta que esta reforma no va a creer empleo y no va a solucionar la crisis. La reforma está escrita por los empresarios, que demuestran una cultura de amo-esclavo al margen de los valores morales de justicia social e igualdad de cualquier sociedad moderna.

El resumen de la política del PP es simple: salvar a los bancos. Los recortes equivalen a la ayuda a la banca, siguiendo la misma línea del Gobierno anterior. Rajoy sigue en la misma línea. No se recorta porque tengamos menos dinero. El dinero que se recorta se regala a la banca. Es como llenar con agua una cesta de mimbre donde todo se pierde. Los bancos no dan crédito, por mucho dinero que les regalen. Para seguir así, mejor una banca pública.

Después de las elecciones andaluzas y asturianas, si los trabajadores y trabajadoras no reaccionamos ante este pisoteo de nuestros derechos es posible que venga una reforma de la ley de huelga, la supresión de la prestación por desempleo y la subida del IVA. Después seguirán dando vueltas de tuerca y extremando las medidas. ¿Hasta donde podemos aguantar? ¿Es esto justo? La crisis sólo la está pagando un sector de la sociedad, el sector más débil. A este sector ya no lo pueden exprimir más, así que lo convertirán en mano de obra esclavizada. La clase media será suprimida, la escuela y sanidad pública saqueadas. Ni se persigue, ni se perseguirá el fraude fiscal, que practica en un 99% aquellos que ganan más de un millón de euros anuales, que virtualmente, no pagan impuestos, que no sufren la crisis, pero que no sienten ningún tipo de solidaridad social.

¿Cuando diremos basta? ¿Cuando frenaremos este deterioro y esta injusticia? El 29 de febrero hay una oportunidad para hacer oír tu voz, para decir en la calle, bien alto, lo que piensas de esta política inútil, injusta e innecesaria.