El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha decidido que la instalación de parquímetros en algunas zonas de la capital es la mejor solución para afrontar las dificultades de estacionamiento que se observan en la ciudad, especialmente tras el inicio de las obras en el frente marítimo que supusieron la desaparición de unas 600 plazas de aparcamiento gratuito.
Para Izquierda Unida Canaria (IUC) en La Palma esta actuación es una clara muestra de la improvisación que guía las actuaciones del equipo de gobierno, incapaz de prever que el comienzo de las mencionadas obras iba a tener una repercusión inmediata en la capacidad de plazas de aparcamiento de la ciudad. Pero al mismo tiempo muestra cómo, en un contexto de crisis económica, cualquier medida se da por buena si el resultado final es un incremento de la recaudación, independientemente de su impacto social.
Frente a la improvisación y el afán recaudatorio del equipo de gobierno capitalino, IUC plantea la necesidad de una reflexión serena y profunda sobre la situación de la movilidad en Santa Cruz de La Palma, una cuestión que no ha sido abordada con seriedad durante las últimas legislaturas. La elaboración de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), similar al existente en otras ciudades españolas y europeas, sería el contexto adecuado para llevar cabo dicha reflexión. Así, partiendo de un diagnóstico de la movilidad motorizada y no motorizada en el interior de la ciudad, así como de las características de los flujos que diariamente se establecen entre la capital y el resto de la isla, se podría estar en disposición de definir una estrategia para abordar la percepción de permanente congestión del tráfico que actualmente existe.
En cualquier caso, IUC quiere recordar que ningún gobierno municipal de la capital ha hecho una apuesta decidida por los principios de movilidad sostenible que en mayor o menor medida impregnan las políticas de movilidad urbana de un creciente número de ciudades europeas. Entre dichos principios se encuentra la reducción del uso del automóvil en los desplazamientos urbanos, dificultando su acceso al centro de las ciudades e impulsando el transporte público, así como la recuperación del espacio urbano para el peatón y los modos no motorizados. En ese contexto, por ejemplo, la reducción de las 600 plazas de aparcamiento que ha tenido lugar y la creciente sensación de congestión incluso podrían considerarse positivas, ya que desincentivar de forma espontánea el uso del automóvil para llegar hasta el mismo centro de la ciudad. E incluso la instalación de parquímetros podría considerarse una opción disuasoria si el transporte público cubriera de forma efectiva las necesidades de la demanda.
Sin embargo, ante la inexistencia de dicho Plan de Movilidad Urbana Sostenible y de medidas complementarias en materia de transporte público, IUC rechaza por completo la actual instalación de parquímetros, que como muchas de las medidas adoptadas en los últimos años afectarán en mayor medida a aquellas personas con menos recursos económicos.
Además, IUC se pregunta por qué se ha concesionado la instalación y explotación del servicio a una empresa privada, cuando los trabajadores del ayuntamiento podrían realizar las tareas de supervisión asociadas a la instalación de dicho sistema. ¿Acaso el ayuntamiento ha realizado el correspondiente análisis económico comparando el coste de la concesión y de la explotación mediante personal propio?
Como parece evidente que el equipo de gobierno no dará marcha atrás en su decisión, IUC solicita al equipo de gobierno que al menos la recaudación obtenida con la implantación de los parquímetros se destine a la elaboración del mencionado PMUS así como al fomento del transporte público.