Izquierda Unida Canaria (IUC) en La Palma considera injustificados los retrasos en las obras de la LP-1 y que algunos tramos abiertos se encuentren en un estado lamentable. Resulta incomprensible que haya tramos, como el de Las Toscas hasta Cruz Castillo, donde las obras están paralizadas desde hace casi tres años y sin visos de reanudarse. Por otra parte, resulta lamentable que algunos tramos de esta carretera, que ya se han terminado y han sido inaugurados, se encuentren en un estado lamentable.
Consideramos que para muchos vecinos y vecinas ha empeorado el acceso a sus casas y fincas de cultivo debido al nuevo trazado de la vía y exigimos que sean tenidos en cuenta antes de dar la obra por finalizada, habilitando aparcamientos y mejores vías de acceso rodado y peatonal donde sea posible. Además a lo largo de algunos de esos tramos se podían haber habilitado, con un presupuesto mínimo, miradores desde los que apreciar la costa de Barlovento. Lamentamos que así no se apueste por la diversificación económica del Norte de la isla, siendo esta la manera en que los gestores actuales tratan el dinero de todos y las obras públicas.
Hay que recordar que el plazo de finalización de esta obra ya ha sido prorrogado en varias ocasiones y que su presupuesto se ha multiplicado con respecto al inicial. Por tanto no se pueden exculpar con lo de siempre: la crisis. IUC responsabiliza al Gobierno de Canarias por no darle prioridad a la finalización de esta obra y por no ejercer las funciones de inspección que permitan reclamar la reparación de las chapuzas que se han cometido en ella. Resulta vergonzoso que se priorice un tramo de la carretera de Las Angustias y no ésta, que no tiene otra alternativa.
Estos retrasos están perjudicando gravemente la actividad agrícola y comercial de algunos barrios de Barlovento y de Garafía, a sus pequeñas industrias y al turismo, así como a algunos vecinos y vecinas que se han visto perjudicados en sus propias casas y huertos. Desde IUC La Palma exigimos que se racionalicen las obras públicas, siendo las carreteras sin alternativa prioritarias. Terminar el anillo insular Barlovento - Garafía es un acto de justicia. Los barloventeros son menos en cantidad de habitantes que las dos “urbes” palmeras, pero pagan los mismos impuestos y se merecen una carretera con la misma calidad.
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