Para
Izquierda Unida Canaria (IUC) el problema principal de Tazacorte, aun siendo
graves los otros que padece, es la división del pueblo en dos facciones muy
diferenciadas. El actual gobierno criticó esta misma realidad. Sin embargo, a
la hora de gobernar en todo momento hay un trato extremadamente discriminatorio
entre “los nuestros” y los “de ellos” y así, dentro de quinientos años,
seguiremos hundidos y anquilosados. No podemos seguir la misma senda que ya han
dado, con pésimos resultados, gobiernos anteriores. Esto es algo que podemos
ver reflejado en los locales, aunque ejemplos sobran. El goteo de recuperación
de locales municipales no se está haciendo con un trato igualitario. Mientras a
familiares directos del equipo de gobierno no se les cuestiona su permanencia
en estos locales, cuya luz pagamos con nuestros impuestos, el resto de usuarios
ha sido desalojado de manera expeditiva, sin darles oportunidad de regularizar
su situación. Aunque esto disminuya dramáticamente la actividad empresarial del
municipio, que también es algo a preservar.
IUC
aboga por la unidad de los ciudadanos del pueblo sin tener en cuenta, en
absoluto, las tendencias políticas de cada cual, cualquiera que sean. Entre la
ilegalidad y el que ninguna concesión pagara un euro, a cambio de la adhesión,
al anterior equipo de gobierno, y la supresión de la actividad empresarial, no
hay demasiada mejora y hasta podríamos considerar los modos expeditivos una
forma de represalia. Las ofertas de regularización, en un intento de mantener
la actividad, han sido nulas. El procedimiento ha sido equivalente a un: “tú
eres de ellos, lárgate”.
No es
solidario, no es altruista y navega en contra de los vientos de la izquierda,
el reducir los sueldos de los trabajadores municipales, y no tocar, en la
debida proporción, los sueldos de los concejales, pues estos últimos fueron
incrementados al inicio de legislatura, hace menos de un año. Si se los reduce
en la misma proporción que a los trabajadores, todavía habrían experimentado un
incremento notable. A esto se añade la ignominiosa anécdota de que los
concejales del PSOE fueran a la manifestación, el día de la Huelga General ,
como muchos trabajadores municipales y cobraran su salario normalmente. Cosa
que no les ocurrió a los trabajadores municipales, que hicieron huelga, y
vieron reducido su salario. Esta pequeña anécdota revela el verdadero espíritu
altruista del gobierno municipal. Otra anécdota a tener en cuenta es la
renovación del mobiliario del despacho del concejal de urbanismo. Para eso si
hay dinero.
IUC
planteó en su programa electoral que sólo exista un concejal liberado: el Alcalde
y que éste no cobre más allá de 1.500 euros. Este salario está más cercano a la
realidad de los ciudadanos en este momento de crisis. No es algo utópico, pues es
lo que ocurre en el municipio de San Andrés y Sauces y recientemente en
Garafía, donde el Alcalde ha reducido su sueldo a 641 euros.
Existe
el proyecto, en el gobierno municipal, de reducir el personal de oficina, lo
que supondría un ahorro mínimo. Si lo que quieren es reducir gastos, desde IUC
sugerimos que supriman el personal de confianza, secretario y concejales de
función nula. Pues los recortes no permitirán ejercer su función más allá de
cobrar el sueldo. Así los concejales de seguridad, una vez arreglado la
señalización de las cuatro calles, el de cultura y deportes, cuando no hay
festividades ni actividad deportiva o cultural de significativa, urbanismo,
cuando no hay obra pública, y el de Hacienda, cuyo trabajo lo hacen los interventores,
sobran. Para ello han pensado en recurrir a varios despidos.