El denominado “cero energético” que afectó a La Palma el pasado martes 3 de septiembre ha mostrado las debilidades de un sistema insular operado en régimen de monopolio privado, excesivamente dependiente de la energía eléctrica obtenida mediante combustibles fósiles y posiblemente afectado por la falta de inversión adecuada en su mantenimiento.
Pero lo que sobre todo ha puesto de manifiesto el “cero energético” es la incapacidad de Coalición Canaria, PSOE y Partido Popular para gestionar una política tan relevante como la energética. Su discurso simplista y cortoplacista coincide en responsabilizar a la empresa de lo sucedido, iniciar la apertura de un expediente administrativo y la solicitar la imposición de la correspondiente sanción. Ninguna reflexión sobre el modelo energético de Canarias y sus responsabilidades políticas de las últimas décadas y, por tanto, sobre su papel en la actual situación del sistema energético insular.
Recordemos que el Partido Popular ha abanderado desde su llegada al Gobierno una política claramente contraria al desarrollo de las energías alternativas, que solo acentúa el retraso del país en lo que respecta a la difusión de las mismas. En cambio, sí ha sido prioridad de este gobierno la realización de prospecciones petrolíferas y el mantenimiento de las centrales nucleares.
El PSOE inició la privatización de Endesa en 1988, culminada por el Partido Popular años más tarde, siendo responsable de la consolidación de monopolios privados en el sistema eléctrico español, lo que ha engendrado grandes empresas multinacionales con gran capacidad de presión para influir en la legislación del propio sector. Además, a final de su mandato, el PSOE inició el estrangulamiento de las energías renovables continuado por el PP.
Por su parte, Coalición Canaria no solo ha sido incapaz de dar cumplimiento a los objetivos del Plan Energético de Canarias (PECAN), que apuesta por la diversificación energética, sino que en La Palma ha permitido que la Central Hidroeléctrica de El Mulato permanezca fuera de servicio desde el año 2002. Además, la concesión administrativa de la que disfrutaba Endesa para explotar la Central, heredada de la antigua UNELCO, venció en 2012. Desde esa fecha el Consejo Insular de Aguas ha sido incapaz de sacar a concurso la nueva concesión, lo que evidencia una clara falta de voluntad política de Coalición Canaria para impulsar la energía hidroeléctrica en la isla.
En ese contexto, IUC exige el cumplimiento de las previsiones contenidas en la reciente revisión del PECAN, donde se plantea duplicar en 2015 la potencia de energía eólica y solar fotovoltaica instalada en La Palma en el año 2010, pasando de los 9,7 MW a los 35,9 MW. Asimismo, IUC considera perentorio acometer la ampliación de la Central Hidroeléctrica de El Mulato, para alcanzar la potencia de 5,4 MW prevista en el proyecto existente. Todas estas intervenciones serían factibles en el ámbito del Plan Territorial Especial de Ordenación de Infraestructuras Energéticas de la Isla de La Palma, en el que se programa cubrir más del 60% de la demanda eléctrica prevista para el año 2025 mediante energías renovables. Por tanto, de ponerse en marcha todas estas actuaciones, La Palma podría aproximarse a la autosuficiencia
energética, reduciéndose la función de la generación térmica a dotar de estabilidad al conjunto del sistema.
Por otro lado, IUC considera perentorio explorar el potencial real de la energía geotérmica en La Palma, ya que existen ejemplos cercanos como el de la isla de San Miguel (Azores), donde
esta fuente ha superado el 47% de la producción eléctrica total durante el pasado mes de junio, lo que ha redundado en una drástica reducción del consumo de fuel-oil.
IUC también cree necesario recuperar la presencia del capital público en las empresas encargadas del suministro eléctrico de la isla, al entender que se trata de un sector estratégico. El concurso de una nueva concesión para la explotación de El Mulato se presenta como una excelente oportunidad para dar los primeros pasos en ese sentido, pudiendo constituir el Cabildo una empresa pública con la que concurrir al mismo. Por otro lado, dicha empresa también podría hacerse cargo de los tres proyectos de energía minihidráulica vinculados a las balsas de Fuencaliente, El Vicario (Tijarafe) y La Laguna de Barlovento, los cuales deben impulsarse
decididamente.
Para IUC, el discurso grandilocuente respecto a Endesa de los tres partidos que han tenido o tienen responsabilidades de gobierno insular, autonómico y nacional solo sirve para encubrir su manifiesta incapacidad o falta de voluntad para cumplir con la planificación energética vigente, que permitiría avanzar hacia una mayor diversificación de fuentes, una menor dependencia de los combustibles fósiles y una reducción de las emisiones de CO2.
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